La principal diferencia es que la sesión de perfil profesional se enfoca en retratos más cercanos a tu rostro, pues lo ideal es que se note bien tu cara y que causes la mejor impresión. En cambio, en la sesión para marca personal se considera también el ambiente para que refleje un contexto de a que te dedicas, por ejemplo el retrato de un chef o de un arquitecto, donde el fondo de la fotografía también comunica la profesión.